Lo bonito de ser niño es que tus problemas se limitan a jugar, convencer a tus padres que te compren juguetes y golosinas, portarte bien para que te dejen ver tv, y sacar buenas notas en la escuela. ¿Recuerdas como era ser niño? ¿A que jugabas, con que y con quienes? ¿A caso no es bonito retroceder el tiempo, vernos en una fotografía y preguntarnos qué pasó? Hacemos a un lado la ingenuidad, la confianza y sobre todo nuestros ojos despiertan ante la vanidad: Como me veo, como me ven los demás, dinero, deudas, amores quebrados y heridas del pasado. Si miro hacia atrás mi infancia fue muy bonita. Tenía un hermano tres años mayor que yo, Brian. Aun me cuida como si fuera un niño, dice que soy muy tonto para tomar desiciones. Es lindo contar con un hermano con quien apoyarte. Recuerdo cuando la guerra entre mis padres comenzó; Brian y yo nos escondíamos el borde de la cama. Me tapaba los oídos y me decía que todo pasaría pronto. Él entendía mucho más que yo; ¿cuánto más puedes entender a los 7 años? Escuchaba la palabra “divorcio” con constancia. Y ni siquiera sabía lo que eso significaba. ¿Como todo puede derrumbarse tan rápido? Todo era perfecto, padres amorosos, una familia concreta, un hermano protector ¡y de repente todo roto! Era muy confuso. Mis padres comenzaron a distanciarse, como niño no dejas de preguntarte tantas cosas. Un día mamá y papá nos sentaron en su cuarto, papá caminaba de un lado a otro, mi madre estaba en medio de los dos. Nos intentaron explicar qué se separarían.
—Hijos, mamá y yo queremos platicar con ustedes. Estamos llevando un trámite de divorcio; pronto tendré que irme de la casa, pero yo vendré a verlos y podrán ir conmigo los fines de semana. Son cosas de adultos que ahora no pueden entender, pero estoy seguro que un día lo harán. —¿Que es divorcio?—pregunté ingenuamente. —Un divorcio es cuando dos personas adultas se separan; dejan de vivir juntos. Pero eso no significa que ustedes dejaran de ver a su padre—Dijo mi mamá. Como niño todo lo ves como un juego. A pesar de entender algunas cosas No prestas la suficiente atención, ni captas todo lo malo que es. Una tarde mientras me bañaba con papá noté que tenía los ojos un poco llorosos, estaba triste, se notaba a leguas. —¿Por que estás triste papá?—pregunté. Giro la cara, y me respondió con la voz algo cortada intentando disimular. Pero yo sabía que estaba sufriendo.
Fue muy triste el día que vimos a papá hacer maletas. El cuarto de mama comenzó a verse vacío. La puesta iba llenándose de cajas entre ropa, cuadros, cosas de su oficina, y algunas pertenencias. Nosotros estábamos a un lado solo mirando cómo acarreaba sus cosas. Mamá no decía nada. Subieron todo a su camioneta y entonces vino el trago amargo. Ver a papá irse.
—No te vayas papá—Dije comenzando a llorar inmediatamente.
—No llores hijo. Ya pronto te vendré a ver, nos veremos los fines de semana—Dijo mientras me cargaba de brazos. Brian lo abrazo de la pierna y entonces se soltó a llorar en un abrazo para los dos. Ambos nos quedamos mirando como el auto se alejaba, sabíamos que mi padre estaba tan triste como nosotros.
El tiempo pasó y nos tuvimos que adaptarnos a las visitas de papá. Nos íbamos todos los viernes con él y regresábamos hasta el domingo con mamá. Nos encantaba irnos con mi padre, nos llevaba siempre a algún restaurante de hamburguesas con temática para niños. Siempre pasábamos al súper a comprar cereal, galletas y dulces. Mi padre siempre fue bueno con nosotros. Así el tiempo pasó y los dos crecimos; Brian y yo éramos inseparables <<El divorcio nos había enseñado que siempre estaríamos el uno para el otro>>
Llegamos juntos a la secundaria; el dos años adelantando a mi. Sus amigas no dejaban de molestarlo gritándole ¡Cuñado! Sus amigos me decían el clon. Ambos éramos muy atractivos, era notorio que los padres eran muy guapos. Siempre pasaba mamá por los dos. Supimos darle la vuelta a los problemas de nuestros padres. Mamá y papá con el tiempo se hicieron amigos, y convivían en ciertos eventos.
Esa semana papá pasó más temprano que de costumbre. Tenía algo que contarnos. De inmediato noté su nerviosismo <<era obvio, seguro nos diría que tenía una novia nueva>> es lo que pensé cuando comenzó a hablar.
—Hijos. Tengo algo que decirles y necesito toda su madurez para aceptar algo que vendo tiempo buscando cómo decirles. Es un poco extraño hablar de esto pero creo que ya tienen la edad. Quiero contarles la razón por la que mamá y yo nos divorciamos. Yo le fui infiel, la engañe con una persona; pero el verdadero problema es que la otra mujer terminó embarazada de mi. Era obvio que es algo que su madre no me perdonaría. Desde que me separé de mamá no he tenido a alguien más, eso quiero que lo tengan claro. Pero he visto por mi otro hijo tanto como a ustedes; él se fue con su madre al extranjero desde hace algunos años, pero han regresado para el estudiar aquí.
Nos quedamos los tres callados hasta que Brian rompió el silencio.
—Y supongo que quieres que lo conozcamos, seamos amigos y hagamos como si nada paso ¿no?
Mi hermano estaba algo enojado con obvias razones.
—No los obligaré a hacerlo. Es su decisión, pero él estará los fines de semana al igual que ustedes en mi casa. Hijo, no quiero que te enojes; solo les pido respeto, así como yo nunca les falté el respeto, les pido que hagan lo mismo con el.
Al llegar a la casa los dos bajamos mirándonos a ver. Ambos conocíamos nuestras miradas y nuestras señales de hermano. No estábamos conformes con la nueva noticia. Pero sabíamos que de igual forma debimos respetar las decisiones de mi padre incluyendo sus errores del pasado.
—¡Mariano! Baja por favor. Quiero presentarte—Gritó mi padre al entrar al recibidor de la casa.
De las escaleras bajo un niño mucho menor que yo, tendría entre 8 y 9 años. Era solo un niño, pero tenía algo muy peculiar, era casi idéntico a mi, era evidente que era mi medio hermano. Al parecer la genética de mi padre era muy fuerte por qué predominaba demasiado en rasgos. Noté inmediatamente el rechazo de Brian. Se sentó a un lado de mi padre, tenía la cabeza baja. Se estaba comiendo las uñas de los nervios. Debía estar tan nervioso como yo. Era como ver un espejismo más pequeño que yo.
—Bueno, él es Mariano. Ya le he hablado de ustedes a él. Brian tu conservarás tu cuarto, pero tu compartirás cuarto con Mariano—Dijo refiriéndose a mi.
Después de una pequeña cátedra subimos a nuestras habitaciones para dejar las mochilas. Brian se encerró en su cuarto y yo tuve que entrar con Mariano al que ahora era mi habitación compartida. No estaba enojado, no era tan explosivo como mi hermano. Trate de ser amable, y creo que ese niño no tenía la culpa de nada.
—He traigo juegos de mesa por si quieres que juguemos más tarde, igual galletas y video juegos—Dijo mi pequeño clon.
—¿por que han regresado del extranjero?
—Mi abuelo está muy enfermo, y mamá no quiere que estemos lejos. Seguramente nos iremos de nuevo; bueno eso dice mamá.
—Así que mi papá, bueno nuestro padre ya te había hablo de nosotros.
—Si. Dice que son muy buenos hijos. Siempre habla de ustedes, ya quería conocerlos. No tengo hermanos, siempre quise tener hermanos mayores—Creo que fue un buen inicio.
A partir de eso Mariano y yo nos hicimos buenos amigos, o hermanastros; jugábamos videojuegos. Brian no cambio conmigo, solo no compartía tanto con nuestro medio hermano. Se mantenía en reserva. Los años fueron pasando, al igual que la escuela; Mariano cumplió 15 años y yo 20 años, él estaba por entrar a la prepa y yo por ingresar a la universidad. Para ese entonces todo había cambiado, Brian ya no era tan áspero con el. Tuvimos que adaptarnos por papá, y mu hermano terminó comprendiendo que el que menos culpa tenía era nuestro hermanastro.
Desgraciadamente para cuando los tres comenzamos a llevarnos bien Mariano tuvo que mudarse de nuevo al extranjero. Su abuelo había muerto, y como si madre lo había dicho se mudarían. Y aquí es donde comienza nuestra historia.
La partida de Mariano fue un poco conmovedora; pero la vida te obliga a seguir avanzando, no tardamos en adaptarnos. En la universidad conocí a una chica llamada Daniela. Una chica muy guapa, la más guapa de mi salón y de parte de la escuela. Estaba estudiando comunicación. Brian había decidió estudiar Psicología. Él había ya terminado y yo estaba en el último año de la carrera. Ese año definió muchas cosas en mi vida, en especial mi futuro con Daniela. Estaba a nada de pedirle matrimonio; ideaba la forma, ya tenía la sortija, y la reservación.
Esa tarde recibo una llamada de Brian; estaba ya enterado de mis planes, pero jume estaba llamando por otras razones.
—¡Hermano! Me acaba de hablar papá, yo ando con consultas programadas, llega hoy Mariano ¡Vaya sorpresa! ¿No? ¿Podrías ir por él al aéreo puerto?
—Con todo gusto. ¿A que hora llega?
—En la noche. Debe arribar a las ocho de la noche; eso si no se retrasa su vuelo. Recógelo, vayan a casa de papá, y puedo verlos si quieren en algún bar. ¿Que te parece?
Habíamos quedado. Esa tarde no tenía mucho que hacer, Daniela tenía planes. Estaba completamente libre.
Me bañe y me fui por Mariano. Espere estacionado un buen rato hasta que un chico guapo y apuesto toco el cristal de las ventanillas del auto. Baje la ventana eléctrica, dude por un momento que se tratara de Mariano ¡pero era el! Estaba completamente cambiado.
—¿Puedo subir mis maletas a la cajuela?
—¡Claro! Déjame ayudarte—bajé y le di tremendo abrazo. Se miraba muy guapo, tenía barba, un cuerpo atlético, y vestía muy bien. Olía rico; estaba sorprendido—¡Pero cómo haz cambiado!
—¡Ni se diga de ti! Te hecho de menos hermano.
—Apuesto que en esas maletas traes video juegos, juegos de mesa, dulces y galletas—Dije en broma.
—Eso y más. ¿Cómo está papá?
Durante todo el camino platicamos de lo mucho que habían cambiado nuestras vidas. Me contaba que ya estaban establecidos, legalizados y que él estaba estudiando leyes. Le platiqué de cómo estaba nuestro padre y ahí se nos fue el tiempo volando, llegamos a casa y bajamos las maletas. Papa lo recibió con los brazos abiertos. Estaban muy felices. Se sentaron a platicar mientras yo me metía a darme una ducha. Al salir caminé por mi cuarto con un bóxer mientras buscaba ropa cómoda para ponerme.
—¿Cual de las dos es mi cama?—preguntó Mariano parado en la puerta.
—La que quieras. Aun que puedes usar el cuarto de Brian, él no vendrá. Se quedará con su novia a dormir para que estemos más cómodos.
—Ti prefiero dormir aquí. Para recordar viejos tiempos. Aun que dudo que demos en una sola cama como antes.
—Dudo mucho que demos en una. Bueno ya vete vistiendo para irnos al bar. Ahí veremos a Brian para beber dos cervezas.
Estaba abrochando la camisa cuando apareció de nuevo. Pero esta vez en bóxers; la verdad es que se le veían muy bien, un bulto muy bonito, unas piernas velludas y gruesas. Fue difícil no fijarse.
—¿Que camisa crees que me vaya mejor?
—Creo que algo más cómodo, una playera estaría bien, hace algo de calor—Sus camisas eran de tela gruesa y manga larga y el clima no estaba para esas prendas.
La verdad es que la playera azul que llevaba le marcaban muy bien toda la silueta. Era extraño mirarme en el, éramos muy parecidos; durante la carretera seguimos actualizándonos, platicábamos de todo un poco, de nuestras madres, de papá, de los trabajos, la escuela, de Brian, y también le conté que próximamente quería pedir matrimonio. Llegamos al bar, pedirnos un par de cervezas, chocamos los vasos y seguimos platicando muy cómodamente. Al segundo tarro llegó mi Hermano Brian. Se puso en medio de los dos y nos dio un gran abrazo. Luego se centró solo en Mariano.
—¡Pero que gustó verte! Vaya guapo que te has puesto. Aun que sigue siendo aterrador que parezcan un par de gemelos.
—Y pensar que el primer día me miraste con ojos endemoniados—Dijo Mariano en broma; nunca dejó de molestarlo con eso.
—Éramos solo unos niños. Ya te he contado el por qué tonto. Al parecer nunca vas a superar eso.
—Hasta a mi me dio miedo esa mirada—Dije para apoyar a Mariano.
Estuvimos en la barra platicando y pasándola muy bien, se sentía bien tener un hermano extra. Las copas comenzaron a pesar, más para Mariano que había viajado durante 8 horas. Así que pésimo una última ronda de tarros y luego ya nos fuimos a la casa. Manejé hasta casa, me sentía un poco ebrio. Al llegar a casa le marqué a Daniela y le conté lo que había ocurrido, ella estaba muy contenta por los tres.
Mientras estaba en la llamada Mariano se bañaba, habíamos quedado en jugar video juegos en mi cuarto. Colgaba la llamada cuando miré a la puerta. Llegaba Mariano apenas pidiendo sostener un par de vasos para shots, tequila y una caja de juego de mesa. Traía una camisa holgada y solo una trusa negra.
—¿No te incomodo así?
—Ni un poco. Mis amigos de la universidad andan en los vestidores desnudos. Así que ni un poco.
—Traje esto, esto y esto. Va a ser una noche larga hermano.
—¿que juego es ese?—Pregunté al ver una caja.
—Es un Jenga que conseguí en los souvenirs. Es de verdad o reto. Por cada pieza que muevas corres el riesgo de cumplir un reto o responder una pregunta. Peor te advierto que son retos muy picantes he. Es juego de adultos ¿vas o te asusta?
—Vale pues. Le entro. Total ya andamos con copas arriba ¿qué tan mal podría irnos no?
Servimos los primeros vasos tequileros y nos echamos un trago a fondo, sentí como quemaba mi garganta, y luego maté el sabor con limon y algo de sal. Ambos hicimos gestos y sobramos una risa. Comenzamos a jugar, el chiste era tirar un dado y sacar el color de tabla que marcaba. Las tablas rojas eran retos y las azules eran preguntas, las blancas no tenían castigos. Tan pronto comenzamos fui el primero en sacar una pregunta <<Cuenta una anécdota sexual embarazosa>> ambos nos reímos al leerlo en voz alta.
—Bueno. Creo que no tengo opción. Una vez estaba aquí en la Casa masturbándome, esos días en los que crees que no hay nadie en casa. De hecho justo en ese lado de la cama en la que anda sentado—Bromeé—Bueno el caso es que estaba muy concentrado mirando una película porno cuando mi papá entró de golpe. Pero lo realmente embarazoso fue que entró justo cuando me venía y creo que mi semen le llegó hasta a él. No pude verlo a los ojos durante días.
Ambos reímos mucho. Me contó que le había ocurrido con un compañero de universidad; pero seguro era menos penoso que tú padre te atrapara. Seguimos con el juego, el canijo se salvó como en tres rondas, pero a mi me seguían viniendo preguntas incómodas, tal parecía que el juego tenía truco en mi contra; hasta que por fin le vino un reto <<Quítate una de las prendas>>
—¡No pues yo creo que la playera! Por qué si me quito los calzones te enamoras. Y no creas que te haz salvado por qué hay varias de estas !eh! Solo que si me viene de nuevo vas a tener que aguantar verme como dios me trajo al mundo—Dijo Mariano con gracia.
—Ya veremos. Si no tendré que ver tus miserias hermano.
—No estés tan seguro. Papá me heredo buena herramienta; supongo que a ti igual.
—¿y como sabes que es de papá?—pregunté curioso.
—Pues. Supongo que también te bañaste con él en alguna ocasión; no es por ser morboso, pero creo que viste la semejante cosa que tiene. Así que si igual la tienes grande, ya sabes quien te la heredó hermano mayor.
Los dos reímos. Tenía mucha razón, ya me había dado cuenta de él gran pene de mi padre. Pero nunca le presté tanta atención.
Seguimos jugando, y había cada reto y cada pregunta, que literal no era un juego de niños << Tu primera vez/ ¿escuchaste a tus padres teniendo sexo?/ Lame los pies de el de la derecha/ Enseña una parte íntima>> entonces me tocó quitarme dos prendas, y pues me quedé en bóxers al igual que el. Los míos eran blancos, y también marcaba muy bien el paquete.
Entonces le vino un reto muy cabrón << Tócale los genitales a uno de tus compañeros>> los dos partimos en risas.
—¡Mariano eso no! Cambia tu reto por algo más. Eso está muy manchado.
—Equis. Solo es un juego. Si te hubiera venido a ti ¡te juro que te obligaba a cumplirlo! No seas tan ojete. ¿Te vas a echar para atrás a estas alturas? Que aburrido.
—Bueno está bien. De todos modos no soy yo el que tocará—Hasta eso me consideraba muy heterosexual, era muy raro pero pues ya estábamos 70% ebrios. Así que me puse de pie y él se quedó sentado en el piso, abrí mis piernas y me tapé los ojos con las manos.
Su mano sujetó mi paquete, su mano se sentía cálida. El reto era mantenerse así durante un minuto, no cronometramos ni nada, el solo colocó su manos sobre mi. Sentí que su mano oprimía mi miembro y mis testículos. Los dos reíamos, de pronto sus movimientos fueron algo más extraños, por que estaba moviéndolo de forma estimulante; y mi brega comenzó a reaccionar de manera inmediata. No quería y eso comenzó a darme mucha pena, pero yo pensé que seguía siendo parte del juego; eso hasta que bajó mis calzones para tocar mejor.
—¿Que haces?—Dije sorprendido.
—Solo es para cumplir mejor el reto. Tranquilo—No retiró su mano y comenzó a menear mi verga. Pronto estuve muy duro, dejando en claro la buena herencia de mi padre. Ahora si entendía lo que estaba haciendo, eso ya no era parte del juego.
No sé si fue el alcohol pero me estaba gustando, me aseguré de tener los ojos bien cerrados. Pronto mi verga no cupo en su mano; entonces complementó con su boca. Fue una explosión excitante; estaba a punto de quitarlo de ahí, pero no podía negarme a tanto placer; estaba mamando mi verga con unos giros que me pusieron a temblar las piernas. Se soportaba de mis nalgas para llevársela hasta el fondo, escuchaba los sonidos de la boca, la lengua y la saliva al sacar mis 21 cm de su garganta. Me tenía atrapado. Ya no pensaba poner oposición.
Me senté al borde de la cama y él no se detuvo. Llevé mi cuerpo hacia atrás, sentía como sus manos subían y bajaban con rapidez deslizando la piel de mi polla. Se sentía muy bien, tengo que admitir que por más que me quise retractar se sentía muy bien, sobre todo cuando su boca succionaba hasta el fondo, sentía los pliegues de sus labios llegar hasta la base de mi verga, casi podría jurar que estuvo a nada de tragar mis grandes huevos. Nunca había sentido una boca tan ágil; la verdad ninguna mujer me había hecho sexo oral de esa manera. Por unos segundos olvide que mi hermanastro me estaba haciendo felación.
Fue como llevar el sexo a otro nivel. No quería abrir los ojos por qué sería muy vergonzoso ver ahí a mi hermanito chupándome la verga, y más a mi disfrutando. Su lengua comenzó a recorrer mis inglés, y luego mis huevos, bajo un poco hasta casi llegar por el culo ¡Dios! Qué bien se sentía esa lengua en esa zona tan delicada. Sostenía las sábanas, corrugaba la manta con mis nudillos para no estallar. Los dedos de mis pies se entrelazaban con sus constantes lamidas. Creo que no hubo nada más divino que esa mamada, entonces lo detuve.
—¡Espera, Espera! Esto no está bien. Creo que ya hay que levantar ese juego, creo que está endemoniado—Dije riendo mientras apartaba su cara entre mis piernas, pero él no quería. Me empujo las manos y se metió de inmediato mi verga a la boca, era como si supiera lo débil que estaba siendo.
Mi voz se escuchaba agitada y nerviosa, y mi respiración sobre exaltada. Me empujó de nuevo hacia atrás, se quitó la trusa haciéndola a un lado con su pierna, se puse delante de mi, llevó mis manos hacia atrás, se montó sobre mi dejando sus lindas nalgas majando mi miembro, se inclinó para besar mis pezones y su cadera comenzó a moverse para masajear mi duro pene; mi respiración seguía subiendo de tono; mis ojos seguían cerrados. Beso mi cuello y de nuevo mis pezones, de forma inmediata mi pelvis empezó a hacer pequeños empujones al sentir lo cálido que estaba entre sus nalgas, casi gano jurado que la punta de mi brega había tocado la entrada de su culo, se había sentido como una succión, como un beso caliente; notó mis movimientos y agito más sus nalgas en movimientos oscilatorios y circulares haciendo un efecto muy excitante.
Sentí sus dedos llenos de saliva lubricando su ano, y colocando un poco en mi pene, resbalaba mejor. Daniela nunca me había dejado penetrarla por detrás. De las otras novias solo una, pero no lo disfruté tanto por que sentí que fue más por compromiso.
Normalmente yo era muy dominante en la cama, me gustaba guiar, llevar el ritmo, mover de lugar, de posición; pero esta vez yo era el sumiso, por primera vez alguien lograba dominarme y bloquearme tanto. Fue como quitar el perfil de hermano y hermanastro. Sentir ese cuerpo sobre mi era muy extraño, me perturbaba que fuera hombre y no mujer; y después él sentimiento de que fuera parte de mi sangre.
Pero todo pasó cuando sentí la estimulación que vino con sus nalgas abriendo camino para ser penetrado. Sentí cada uno de mis centímetros entrando en el, era muy caliente; sentí esas paredes internas recibirme; había entrado casi todo. Pero fue solo una probada de lo rico que se sentía estar dentro de él. Salió para ponerme un condón, tomó lubricante que tenía ya a la mano, lo coloco por su ano y mi verga y ahora si se la metió toda moviéndose con una gran agilidad.
Comenzó a gemir, y a respirar fuerte; sus manos estaban soportadas de mi pecho, yo tenía mis ojos cubiertos con mi brazo, no sé por qué no podía verlo a los ojos. Entonces el retiro mi mano y me obligó a mirarlo. Tenía la cara fruncida de excitación, estaba disfrutando de tenerme dentro.
Se inclinó y siguió cabalgando, se acercó a mi cara e intentó besarme, giré la cara. Sentí que eso ya era demasiado, pero él me regresó la cara, y me plantó un beso, besaba mis labios y yo me negaba a abrir los míos; e comenzó a moverse más fuerte y perdí la concentración de lo que ocurría en mis labios; y eso propio que nos besáramos. Tomó mis manos y las colocó en sus caderas, se hizo hacia atrás soportándose de mis muslos. Creo que era para que yo sintiera sus movimientos. Creo que no aguantaría tanto. Todo era muy distinto a una vagina.
Se detuvo y se puso de pie, me dio la mano y me puse de pie igual; se colocó a espaldas de mi, con su mano se ayudó a meterse mi verga nuevamente, y ahora yo tenía el control. Lo tomé con ambas manos, se inclinó un poco y me dejó controlar mis metidas. Que rico fue penetrarlo, creo que fui un poco rudo, algo brusco, pero así cojo yo. Movía mis nalgas de atrás a adelante sintiendo como dejaba hasta el fondo mi miembro duro.
Entonces comencé a soltarme más y más, a ser como soy en la cama. Deje a un lado la etiqueta emocional y familiar, y entonces desate a la bestia que me gusta ser en la cama. Comencé a darle de nalgadas, lo tomaba del cabello para traerlo hacia atrás, le besó el cuello, le mordí la espalda y él no dejaba de gemir. Mis huevos golpeaban duro contra sus nalgas. Miraba por debajo de mi abdomen como mi gruesa verga entraba y salía de sus nalgas lampiñas. Me causo mucho morbo.
Qué suerte que mi padre estuviera de viaje. O hubiera escuchado todo el ruido estremecedor que estábamos haciendo. Mi hermano había resultado bien gritón, y no pensé que me llegara a calentar tanto como para hacerlo mi puta. Le estaba poniendo tremenda cogida ¡no podía creerlo! Terminé poniéndolo sobre la cama de perrito para tener mayor movilidad, y así fue como me vine en el. Estuve un rato más hasta que no pude resistir. Clave mis manos con mis últimos empujones, cerraba los ojos con cada expulsión de semen, lo traía fuerte hacia mi. Quería dejarle toda mi leche dentro. Después de cinco bombeos terminé recostado sobre su espalda, respiraba sobre su piel mientras su mano masturbaba su verga. Sentí como su ano oprimió mi verga de nuevo mientras él se iba corriendo en su mano.
No separamos y deje que fuera al baño a limpiarse mientras yo me aseaba en el baño de mi cuarto. Me bañe y mientras lo hacía me sentía un poco culpable. No quería que fuera a mi cuarto, no tenía cara para verlo. Creo que la culpa fue de él pero también mía; él por comenzar y yo por dejar que sucediera. Me quedé un rato en el baño pensado, salí con una toalla enrollada a la cintura, y una trusa blanca de bajo de ella. Estuve así hasta que estuve seguro que Mariano no regresaría,para mi buena suerte tuve el resto de la noche <<para no decir madrugada>> para mi solito. Me retiré la toalla, cerré mi puerta y me acosté a dormir de espaldas como normalmente lo hago; aun que la verdad soy el peor para dormir, me muevo como un loco, empiezo de un lado y acabo en otro.
Esa noche tuve un sueño húmedo. Se supone que debería tenerlo con alguna mujer; amiga, novia la que sea. Pero no, la tuve nada más y nada menos que con mi medio hermano, con Mariano, soñé que me estaba chupando la polla, sentía sus labios sobre mi verga, era cómo recrear la escena. Suficiente para querer partirle el culo al despertar, fue casi vivido, sentía sus manos sobre mi, esa forma tan rica de mojar mi miembro, esa forma tan rica de ponerme duro. No puedo explicar qué ocurrió. Pero me tenía súper excitado. De nuevo reportó casi todo lo que hicimos horas antes; al grado de sentir mi verga ser absorbida de nuevo por su cálido culo. Fue muy rico; eso hasta sentir movimientos sobre mi y describir que el sueño se debía a cosas que estaban pasando en realidad. Marciano estaba metiéndose mi verga a sentones mientras yo dormía boca arriba.
Dormía tan profundo que no supe en qué momento había pasado todo. Lo extraño es que estaba soñando con él y no con Daniela, o cualquier otra mujer. Desperté de repente, no tuve tiempo de hacer otra cosa más que disfrutar de muevo su rico culo. Fue todo tan rápido y discreto que ni siquiera supe cuando me puso el condón. Eso quería decir que en verdad estaba mamándome la verga al momento que soñaba con ello.
Que rico sentí el calor de su ano recibiendo nuevamente mi verga que estaba al doble de dura que la primera vez. Era como haber despertado con lo que quería hacer exactamente al despertar. Miraba entre la oscuridad su espalda y su silueta moverse de arriba a abajo, sujete su cuerpo para hacer las caídas más profundas. Quería que al irse nunca olvidara esas cogidas que no volvería a tener.
Esta vez no duré tanto como la primera vez; después de unos 15 minutos eyaculé como todo un semental. Mis jadeos intentaban no hacer ruido, y sus gemidos trataban de disimular la estimulación de cada centímetro entrando en el. Terminé y sé más turbo aun con mi verga dentro. Sentí algunas gotas caer sobre mis muslos. Se aseguró de dejarme limpio, y se retiró a su cuarto. Ya no pude dormir tan rápido, me quedé pensando. Teníamos que tener una plática muy seria al levantarnos y encontrarnos en el desayuno. No podía ocurrir de nuevo ¡veríamos hermanos! Quizá no de la misma madre, pero teníamos sangre compartida del mismo padre.
Al día siguiente nos encontramos en la cocina para hacernos algo de desayunar. Me hacía unos huevos y lo consideré para que igual desayunara. Papa llegaría al
Medio día para comer con los tres. Brian nos vería en casa de papá para irnos los cuatro por unas cervezas y comida.
—¿Quieres jugó?—Dije para romper la tensión.
—Siento mucho lo de anoche. Estaba muy borracho—me dijo sin poder mirarme a la cara—No sé qué pasó. Quería pedirte una disculpa.
—Mira, la culpa fue de los dos, por dejar que ocurriera. Estábamos muy borrachos; per no quiero que vulva a ocurrir, tampoco quiero tocar el tema. Me da algo de pena pensar que tuve sexo contigo. Es muy extraño, aún no logro digerirlo.
—Bueno, solo quería decirte eso. Espero aceptes la disculpa. Ya no tocaré el tema. Haremos como que nada ocurrió.
Desayunamos cayados. Pero al rato pase a su cuarto para platicar con él.
—¿puedo pasar? Quería hablar contigo antes que llegara papá y Brian.
—Claro pasa.
—Quería hablar de lo de anoche desde otra perspectiva. Mira, puedo entender por lo de anoche que eres gay... ¿cierto?
—Bueno, creo que con lo de ayer quedó más que claro. Se que no me juzgarás.
—No lo haré. Al contrario, Esto solo hace más fuerte nuestro lazo. Quiero que olvidemos lo de anoche, en serio. Quiero que sepas que puedes confiar en mi, como hermano. Y si un día decides contarle a papá y a Brian cuenta conmigo como apoyo.
Mariano no les contó de inmediato a mi hermano mayor, ni a mi padre, fue hasta el día de mi boda con Daniela que decidió decirles. Cómo era de esperar no causó ningún problema con mi padre, menos con Brian. Lo que ocurrió aquella noche quedó como un secreto. Ahí quedó registrado en nuestras mentes, y en el pasado. Fueron cosas que pasaron. Aun que tengo que decir que si me he masturbado una que otra vez recordando ese momento, aún que no permitiría que sucediera de nuevo.
FIN
*Relato patentado.
Libro: 30 Homorelatos/ Tomo 1
El plagio es un delito. Cod. penal Art. 270 a 272.
Que relato mas bonito me gusto demasiado
Buenísimo el relato... lástima que no siguieron.... y si hubieran incorporado al otro hermano más morbo todavía 👏👏👏
Está super estos relato pero una cotacion; fuera más excitante si colocarán algunas fotos o vídeos mostrando parte de cada párrafo
Wouuu pero que gran historia, los detalles y yo que tengo una gran imaginación, realmente fue espectacular cada detalle.
Enhorabuena buena por esa historia. Y por lo que viviste con tu hermano. 😘