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Foto del escritorThe Bridge

MI NUEVO PADRASTRO


Todo pasó tiempo después de que mi madre y mi padre decidieron divorciarse. Nunca les reproché nada; se me hacía muy justo que ambos buscaran su felicidad con alguien más, ya que en su matrimonio ya no eran felices. Mis hermanos y yo nos sentamos a hablar con ellos antes de todo, los tres les expusimos que no se sintieran amarrados por nosotros para no romper. Sabíamos que el pretexto éramos los hijos, y se nos hacían muy egoísta mantenerlos unidos cuando era obvio que ya no había amor. Pasaron algunos meses hasta que nos dieron la noticia de que por fin se divorciarían. Nos es que nos haya causado felicidad; desde luego que nos dio el bajón, pero sabíamos que era lo mejor para ellos.


Para mis dos hermanos no causó gran impacto. El mayor tenia 28 años y estaba casado, y el mediano tenia 24 y se había independizado desde el año anterior. Yo el menor de los tres, con 20 años, seguía viviendo con mamá. Más que nada por comodidad. Era abiertamente gay, y tanto mis papás como mis hermanos lo sabían, y lo más importante: lo aceptaban sin broncas. Nunca fui amanerado, de echo era un chico muy atractivo y varonil, tampoco tuvieron que descubrirlo de una forma grotesca; si algo nos caracterizaba en la casa, era la confianza que nos habían inculcado en casa desde pequeños. Así que cuando llegó el momento, fue fácil hablar de ellos. Y fue hermoso sentirse aceptado y amado, en vez de juzgado.


Mamá dijo que siempre lo supo, también mi hermano mayor; el mediano y mi padre siempre tuvieron dudas, por qué era el típico chico que siempre llevaba una amiga a casa, para encerrarnos horas en mi habitación. Pero solo se trataba de mi mejor amiga. Después de la separación, veía a papá de ves en cuando. Tenía toda la libertad de llegar a su nueva casa cuando quisiera, tenía una llave, y un cuarto solo para mi <<aun que siempre me gustaba usar su cuarto>> . Casi nunca estaba, trabajaba demasiado tiempo, pero me gustaba estar ahí. Tenía todo lo que un chico podía necesitar: televisión, internet, computadora, aire acondicionado, una cama muy cómoda y grande, y un refrigerado basto de comida.


A veces solo iba para estar solo, me gustaba mi intimidad. Y a pesar de poder meter a quien yo quisiera, siempre cuide ese respeto hacia ambas casas. A mamá la veía casi todos los días, en cambio a mi padre solo lo miraba en algunas cenas o cuando quedábamos en ir a cenar con mis hermanos. También nos llegamos a reunir los cinco; mamá y papá al final volvieron a ser los buenos amigos que un día fueron. Tenía una familia increíble, incluyendo a mi cuñada, mi sobrino, y a la nueva novia de mi otro hermano.


Pasando el tiempo; hablo de un año y medio aproximadamente, comencé a vivir más en casa de mi papá. A mi madre no le molestaba en lo absoluto, ya que para ese entonces estaba conociendo a un tipo <<Rogelio Parra>> muy simpático, muy amable, y demasiado caballeroso. Sinceramente me gustaba para mamá. Lo llevaba a casa con frecuencia, pasaba a cenar con nosotros, y no se atrevía a quedarse, supongo que por respeto a mí. Y esa fue la razón por la que empecé a quedarme en casa mi padre. Pues no se me hacía justo que mi madre perdiera su intimidad por mi culpa.


Al contrario mi padre, que durante todo ese tiempo se mantenía soltero. Supongo que por su excesivo trabajo como médico. Aun que no dudo que tuviera sus cosas por ahí. Nunca externó si había alguna nueva amante, tampoco me importaba mucho; yo estaba más que feliz mientras me tuviera el refrigerador lleno, y con todas las comodidades de la casa. Papá solo me pedía que le avisara cuando estaba o no en casa; supongo que para estar pendiente de las cámaras, pues en épocas no muy lejanas, habíamos sufrido de un robo en su morada, la cual lo había vuelto un poco paranóico.


—¿y ahora donde vas vago? —Me preguntó Rogelio al ver que bajaba con una mochila colgando de los hombros. Me inspeccionó de arriba a abajo, e hizo una mueca de aprobación.

—Buenos días Roger. Iré a casa de mi papá.

—haz de llevar rocas. Se nota que te pesa un montón el bulto.

—Lo normal. Mi consola de video juegos, libros... y protección—Dije susurrando y guiñando el ojo para que mamá no escuchara. Obviamente me refería a condones; pero solo fue una forma de bromear e incomodar al novio de mamá.

—¿que tanto susurran ustedes dos? —Dijo mamá trayendo el desayuno a la mesa. —y tu no te vas hasta desayunar, que luego te la pasas comiendo solo chatarra en casa de tu papá.

—Me llevó una manzana.

—Nada de eso. Siéntate, desayuna y luego te vas.

—Si, si quieres puedo llevarte después de comer. Anda, no te hagas de rogar, desayuna con nosotros. Hoy ando completamente desocupado, yo te llevo. —Intervino Rogelio mientras movía su mandíbula rodeada de barba gris, después desgarró el sándwich con un mordisco. Tampoco me hice de rogar, y acepte la propuesta.


Terminamos de comer. Me encantaba el convivió con mi madre; y de Rogelio no se diga. A pesar de sus 51 años, era un hombre sumamente atractivo en su plática. Muy abierto en los temas, y está de más acentuar en lo agradable que era como persona. Se despidió de beso de mamá, y luego transbordamos en su corpulento auto negro del año: asientos de piel, olor a limpio, exteriores muy pulidos, y todo muy ordenado. Era exactamente un reflejo de cómo el se veía.


Durante el trayecto platicamos un poco sobre mi escuela; el era maestro, y le encantaba saber sobre cualquier cosa con la que pudiera sorprendernos. En una ocasión le dije que era fanático de un súper héroe, y desde ese momento me supo enamorar con detalles de colección. Bueno, platicamos muy a gusto, y por fin llegamos a casa de mi papá. Antes de bajar escaneo el lugar, terminando con un chiflido de asombro, y un comentario—Pues... no le va nada mal a tu papá. Con razón te encanta venir aquí.

—Y lo mejor es que nunca está—Sonreí maliciosamente.

—Pues, has de pasártela súper aqui.

—¿quieres pasar? —Pregunté por cordialidad. Pero cómo era de esperarse, no pensaba entrar en la casa del ex de mamá. Más que nada por respeto. Así que Rogelio retrocedió para regresar y yo entré a casa.


Tenía ya una lista de cosas que podría hacer. Para empezar tenía una nueva video juego, así que tenía con qué divertirme. Caminé a mi cuarto para dejar mis cosas, desempaqué, me tire un rato a la cama con los audífonos para platicar un rato y actualizarme en las redes sociales, entes de encerarme unas cuatro horas en aquel video juego. Después de un rato me dio hambre, y entonces me dirigí a la cocina. Abrir el refrigerador, tomé algo de jugo, y algunas golosinas. Regresé al cuarto, y fue cuando recordé que dejé mi celular en la mesa de la cocina. Nuevamente salí pero esta vez algo robó mi atención.


Cruzando por el cuarto de mi padre, escuché unos sonidos un tanto confusos. Por unos segundos me pasó lo peor por la cabeza <<¡nos están robando!>> pensé. Trague algo de saliva, y me acerqué lento a la rendija de la puerta. Pareciera que alguien buscaba algo. Entonces mi estómago se revolvió, y mi corazón se volvió loco golpeándose muy fuerte contra mi pecho al ver que se trataba de mi padre. Tenía las manos ocupadas sobre él. Estaba sentado al borde de la cama, con las piernas abiertas, unas muy musculosas y velludas, no traía nada de ropa; y aun que es mi padre admito que para tener 47 años, el hombre está hecho un trofeo. Estéticamente estaba muy bien proporcionando en cara, cuerpo... y aun que no lo quería descubrir, de su miembro.


Tenía una polla muy gruesa, de unos 19 centímetros, muy precisa a la mía. De cabeza a tronco uniforme en su grosor, venas normales, y huevos gordos, que nos hace marcar un muy buen paquete. Pero dejemos a mi padre a un lado, no fue exactamente por lo que se me cruzaron los cables. Ver masturbarse a papá podría haberlo superado... pero, se estaba masturbando para alguien más, y ese alguien: era un varón. Mi padre estaba masturbándose para aquel joven. Tenía si a caso la edad de mi hermano mayor, entre 27 y 30 años, solo le miraba el culo, estaba de espaldas a mi. Que por cierto tenía un culo tan perfecto, que hasta a mi se me antojó. Él solo lo miraba, y por el movimiento de sus manos entendía que también estaba manipulando su verga. El cuarto tenía las ventanas cerradas con las cortinas, el color amarillo mostaza de la tela hacia la penumbra del mismo tono, dejando los cuerpos un tanto dorados.


No podía dejar de mirar, la abertura de la puerta era tan minúscula, que tendrían que enfocar detenidamente para atraparme, de no saber eso, no me hubiera atrevido a seguir ahí. Una parte de mí quería abandonar la escena, la otra insistía que permaneciera para descubrir qué más harían. Primero fue como si me tiraran agua fría con hielos sobre el cuerpo al digerir que mi padre estaba con un hombre, luego fue como si me vaciaran encima agua hirviendo al notar que mi entrepierna estaba respondiendo con una erección.


<<¿Mi papa es gay, bisexual, o solo es curiosidad? >> pensaba, mientras mi ojo seguía clavado en la ranura. Por momentos me apartaba, pero ellos estaban muy entretenidos en lo suyo. Aquel muchacho se arrodilló y mi padre lo recibió con las piernas muy amplias, el se introdujo entre ellas, y sujetó su polla, la recorrió un poco antes de llevarla a su boca. Mi padre lo sujetaba de los cabellos, como si lo acariciara. Los ruidos eran sutiles, pero alcanzaba a escuchar el gemido susurrado de mi padre cada vez que su verga se introducía por completo hasta la garganta. Se tiro de espaldas y dejó que él continuara haciendo esas maravillas con su boca.


El siguió un rato más en su verga, y si ya era suficiente lo que había visto, el verle oler y lamer los huevos me puso aun más caliente. Mi verga estaba a nada de estallar mis bóxers, de bajo del short, a un costado de mi pierna, comencé a sacar mi miembro. Mis shorts eran algo justos, y mi polla algo gruesa, pero me conformé con tener el glande expuesto; estaba tan húmedo que mojé la tela, mis dedos y mi pierna. Comencé a sobar la cabeza mientras miraba cómo le comían los huevos a mi padre. De un instante a otro, las piernas de mi padre quedaron al aire, y la lengua del chico en el ano de mi papá, ahora sus gemidos eran más ruidosos, supongo que pensó que no había nadie en casa; nunca le avise que iría para quedarme con él.


Entonces las cosas comenzaron a ser un poco más claras. Deduje un poco el porqué mi padre quería saber cuando estaba, y cuando no. Pero eso no importaba mucho, no en ese instante. Estaba mucho más interesante ver cómo le comían el culo a mi progenitor. Eso significa que ¿mi papa es el pasivo? No se, no cabía en mi mente esa posibilidad. Siempre fue tan varonil, tan atlético, era muy masculino; tenía más facha de activo. Mi cabeza tenía una guerra de preguntas, pero entonces me asusté al escuchar algo parecido a un grito; el dedo del chico había entrado en el hoyo de mi padre, aún que más que un grito, había sido un gemido de placer, mi padre Yeni las piernas muy arriba, sostenidas con sus manos para no dejar caer ese par de enormidades llenas de músculo, y por el movimiento de la mano del muchacho, que parecía ir a un ritmo no rápido pero tampoco lento, estoy seguro que mi padre estaba ya dilatado.


Luego el muchacho se puso de pie, y me quité muy asustado, por qué por fin lo miré de frente, me puse de pie, y casi sin hacer ruido y caminando hacia atrás me fui alejando de la puerta pensando que en cualquier momento se abriría.


Después de unos segundos, me acerqué nuevamente, y mi calma regresó al ver que estaban muy metidos en lo suyo; bueno, más el castaño aquel, que estaba por meterse en mi padre. Por lo que pude ver el chico era de cabello claro, muy lampiño de la cara y el cuerpo; tanto como sus lindas nalgas. Un cuerpo muy atlético <<hasta Para eso mi padre tenía bien gusto>> pensé. Una verga muy similar a la de mi padre, quizá un tanto más delgada, de la pelvis recortada casi al ras, con la piel más clara que la nuestra.


El chico nuevamente se incó frente al culo de mi papá, en la mano se colocaba lubricante, y luego con los dedos lo esparcía entre las nalgas y el ano. Mi padre seguía en la misma posición, con los gemidos cada que el dedo estimulaba la zona, sobre todo cuando dos de los dedos penetraron para humectar más profundo. Luego el muchacho se puso un condón, y se acomodó a la altura de la entrada, con las piernas recargadas en el torso. Para eso mi descaro comenzó a ser un tanto mas indiscreto, me saqué la verga, y mientras ellos estaban en su juego, yo estaba en el mío.


Mi papá soltó algo parecido a un alarido cuando la verga lo perforó sin piedad entrando hasta donde le fue posible. A pesar del movimiento suave, y predeterminado, supuse que mi padre era nuevo en ello. Lentamente las nalgas del chico se impulsaban para metérsela un poco más. Tardó algo de tiempo para que pudiera estar hasta muy dentro de él. Mi padre se notaba algo más relajado, y sobre todo dilatado. Los movimientos de la pelvis impactándose entre las nalgas, comenzaron a aumentar en velocidad, y a crear un sonido muy peculiar.


Mi padre gemía, pero ya no proyectaba dolor como en los minutos anteriores, ahora si podía jurar que lo estaba disfrutando. La cama comenzó a rechinar, los jadeos cesaron, y el golpeteo de sus huevos contra las nalgas retumbaron entre las paredes. Para ese entonces yo estaba con los shorts muy abajo, mi verga babeaba y humectaba toda la cabeza, ayudando a mi masturbación. ¿En qué momento perdí todo el pudor y el respeto hacia mi padre? Pues olvidé por completo que al que estaban cogiendo, era mi padre.


Luego cambiaron de posición, quedando el sobre el chico, quien se acostó en la cama para que mi padre pudiera montarlo y llevar el ritmo de la penetración. Yo estaba a nada de venirme, y por la velocidad con la que empujaba su verga dentro de mi papá, notaba que ellos igual estaban a nada de terminar. Mi padre galopaba sobre esa buena verga moviendo sus nalgas y alzándolas para dejarlas caer hasta el fondo. Luego de un rato un par de gemidos desgarradores frenaron de golpe todo. Los jadeos iban cesando, y mi verga expulsaba los chorros de semen frente a la puesta, y varias de las gotas en el piso. Respiré, y después de un gesto de satisfacción, abrí los ojos grandes al escuchar los pasos dirigiéndose a l entrada.


—Voy por algo de agua—Escuché que dijo uno de los dos. Y yo sin subirme los shorts, comencé a caminar hacia atrás, lo más rápido que pude, hasta llegar a mi habitación. El problema es que estaba tan nervioso, que al cerrar cuarto, el sonido no fue nada discreto, lo cual seguramente se escuchó por toda la casa. Comencé a idear alguna excusa para pasar desapercibido, encendí la consola, me eché a la cama, me puse encima la sábana, pensé hacerme al dormido pero no coincidiría con el sonido de la puerta. Así que solo espere a ver qué pasaba.


Pasaron unos minutos, y me sentí aliviado al ver que nadie entraba. Aun que por una parte seguía intrigado. Puse algunos juegos en la consola, cuando un par de golpes tocaron la puerta.

—Sergio ¿estás ahí? —era la voz de papá.

—Si, pa. Aquí ando.

—¿puedo pasar?

—Si. Adelante.

La puerta se abrió, y fue a sentarse a mi lado. Traía solo unos boxers blancos, y una playera holgada del mismo color. Sus piernas semi velludas resultaban en el color de la tela, de reojo miré su bulto, sentí un escalofrío, fue la primera vez que sentí morbo sobre el. Nunca había visto el buen paquete que se cargaba mi papá. Ahora sabía de donde había heredado tan buena verga. Tenía el pene descansando acomodado hacia abajo, bien marcando entre los huevos. Trago algo de saliva, y yo hice lo mismo. Nunca había visto nervioso a papá.

—¿todo bien? —preguntó. No sabía por donde comenzar. Seguramente sabía que había estado observado. —¿no tienes nada que decirme?

—¿sobre qué? —Me hice al desentendido.

Se agarró los cabellos, y como solemos ser en la familia, fue directo y soltó la bomba.

—De lo que escuchaste hace un rato. Por qué escuchaste ¿no?

—Un poco.


Hubo un pequeño silencio, y luego continuó —¿viste algo, o solo escuchaste?

—Solo escuché. Pero no importa lo que escuché. Puedo entender. Puedes estar tranquilo.

—pero que fue lo que escuchaste.

—A ti... —No supe cómo decirlo de manera disfrazada, así que fui igual de sincero—Con otro chico.

—De eso quería hablar contigo. No esperaba que fuera así, quería que se tratara de algo más formal. Tu madre sabe un poco de eso, pero ustedes no.

—¿Eres... gay?

—Bisexual. Aun que últimamente me han llenado más los hombres. Eso no significa que no puedas verme con una mujer en otra ocasión. Por eso te pedí que me avisaras antes de venir a casa, para no causarte alguna mala sorpresa.

—No, no tienes por qué pensar eso. Tu me diste la libertad de escoger mi sexualidad, así que de mi parte no tienes que pedir permiso de nada.

—¿Lo quieres conocer? —Dijo con una sonrisa más nerviosa.

—Si tu quieres.

—Creo que ya tienes otro padrastro. —Sonrió, y soltó una pequeña carcajada —¡Mario! Ven—Gritó.


Del marco de mi puerta, entro aquel chico. Ya traía ropa puesta: unos jeans, una playera negra con estampado, una gorra roja, y descalzo. Tenía los labios fruncidos y la mirada un poco apenada, pasó hasta detenerse cerca de la cama, me miró fijamente, luego a mi padre y saludó.

—Bueno, quiero presentarte a mi hijo menor, Sergio. —Ambos nos aludamos —Seguramente lo verás de repente por aquí, así que pues me da gusto saber qué ya se conocen —No hubo mucho que decir, fue hasta cierto punto incómodo. Al tipo ya le conocía la verga, el culo y hasta cómo se movía; y lo mismo para mi padre, a quien había visto de culo empinado, con la polla muy adentro.


Pero la cosa comienza aquí. Después de que me presentaron a mi nuevo padrastro; cosa muy extraña, ya que no estaba tan lejos de mi edad, su presencia comenzó a ser más constante. Siempre llegaba con papá, y a veces cuando papá se iba a trabajar me lo cruzaba mientras desayunaba para ir a la escuela. No era desagradable, platicaba de manera normal. Hasta que una mañana todo cambió. Mientras me servía el desayuno, salió del baño solo con una toalla; fue al refrigerador, se sirvió un vaso con leche, y sin querer la toalla cayó al piso. Yo hice como que no vi nada, entonces él comentó —Sin broncas. Total ya me viste coger con tu papá.


No supe qué responder, mis mejillas se pusieron rojas, tragué saliva, seguí en lo mío, pero él no recogió la toalla. Mientras bebía el vaso con leche con los ojos cerrados, de reojo miraba su pene largo y flácido colgar y descansar entre ese par de huevos rosados. Se miraba muy aseado, y la cabeza rosa de su pene sin circuncidar, se miraba terso, y relajado. Terminó de beber, y se acercó más a mí.

—Te quedase muy callado hijastro. ¿En serio Pensaste que no me habías dado cuenta de que nos mirabas? Si no hubiera querido que me vieras coger a tu papá, habría cerrado la puerta. Yo si me di cuenta de que había alguien en casa. Pero tu papá estaba muy entretenido y caliente como para notarlo. Por cierto... también vi tus mecos escurrir de la puerta... vaya que tienes mucho cargamento—Mientras hablaba, se acercaba de más sobre mi zona personal. Yo solo escuchaba, y mientras lo hacía, mi ritmo cardiaco iba en asenso.


—Pero dime ¿te gustó lo que viste? Por qué a tu edad yo también habría espiado. Ha de haber sido todo un espectáculo ver cómo penetraba a tu papá. ¿Te excita ver? Puedo darte más espectáculos así.

—¿de qué hablas? —Dije ya un poco incómodo.

—De que, si me das un poco de esto —Estiró su mano, presionó mi paquete, el cual ya iba teniendo un tamaño por encima de lo normal con tal insinuación, y continuó con su propuesta—Podría dejar que sigas mirando.


Yo sabía que eso estaba mal. Demasiado mal, pero mi lado sexual no dejaba que mis piernas retrocedieran, su nivel de persuasión, sus manos sobre mi verga, y su intensa mirada hipnótica, no permitieron que mis músculos reaccionaran de la manera correcta. Estaba como una piedra. Mentalmente, y sobre todo en la dureza de mi polla. No pidió permiso, solo bajó mis shorts. No llevaba calzones, así que pueden imaginar la fuerza con la que salió disparo mi miembro para encontrarse a él, que ya estaba arrodillado.

—Es idéntica a la de tu padre—La lamió un poco, yo suspiré, y luego chupó solo la cabeza, separó la boca y habló de nuevo —De hecho eres como una versión joven de tu padre. Ya te había visto en fotos, estás igual de rico que tu papá.


Fue lo ultimo que dijo, y comenzó a succionar y a meter todo mi pedazo viril hasta donde su garganta lo permitía. Mamaba increíble; ahora entiendo los ojos en blanco y los gemidos de mi padre. Empecé a quebrarme, retiraba mi verga, la sacudía, escupía sobre ella, y se la llevaba de nuevo hasta el fondo. Era por mucho, más experto que yo. Mi verga no estaba acostumbrarse a ese ritmo, temía bañarlo con mi líquido blanco, y resultar precoz y decepcionante.


—Date la vuelta—Me pidió. Hasta ese entonces me mantenía Virgen de verga en mi culo. Había probado con mis dedos, y hasta con un objeto figurado, pero nada de contacto cuerpo a cuerpo, me daba algo de miedo. El me giró, me separó las piernas, abrió mis nalgas y clavó su nariz, y luego su lengua en mi ano. Sus lengüetazos eran cálidos, húmedos y tenían una fuerza al entrar que me ponían a gemir. Javi una especie de espiral dentro de mi que me volvió loco. Cruzó su mano por delante para tirar de mi verga mientras me succionaba, y después de un rato se detuvo para incrustarme sus dedos.


No me penetró con su verga, sabía que papá llegaría pronto de su guardia. Me dio la vuelta, chupo un poco más de mis 19 centímetros. Luego me sentó en una silla, se metió entre mis piernas, y sacudió mi verga como si se masturbara a él mismo. Por momentos acercaba si lengua. Mis manos comenzaron a hacerse puños, y mi abdomen se contraía junto a mis gemidos. El no se detuvo, y cuando estaba por estallar, hundió mi polla en su garganta, y se tragó cada gota de mi semen; hasta la última, hasta que estuve tan cansado y sensible como para levantarme. Se limpió los labios, sonrió maliciosamente. Y pensé que se vendría, pero él guardaba la leche para mi padre.

—Si quieres mirar, cogeré con tu padre ahora que llegue. Dejare la puerta abierta, pero esta vez asegúrate de no escurrirte en la puerta.


Entré a mi habitación, me sentía un poco mal de lo que había ocurrido, escuché a papá llegar, yo estaba solo ahí tuteado sobre la cama con las manos y piernas abiertas. No se escuchaba bien de qué platicaban, de repente el sonido se agotó, y el rechinar de la puesta indicó que ya estaban dentro. Yo quería mirar una vez más, mi curiosidad estaba rebasando por mucho lo que era correcto. Me puse de pie y comencé a caminar hacia la puerta, dudaba, pero mi morbo me llevaba en sentido opuesto a lo que mi mente pensaba.


Me quedé frente a la puerta unos segundos. O sabía que hacer. Bastaba con mirar tras la rendija, pero algo me impedía seguir. Entonces escuché ese gemido tan excitante. Pero esta vez no se trataba de mi papá. Los papeles se habían cambiado, todo había dado un giro. Ahora era el chico quien tenía los pies al aire, y mi padre quien estaba comiendo a lengüetazos ese bello culo. Mario gemía aún más fuerte, no se retenía a expulsar sus sollozos de placer, y la lengua de mi padre emitía un sonido al dar vueltas entre las nalgas del lampiño de piel blanca.


Mi padre se colocó un condón, y penetró al chico. Él no fue para nada delicado, sus valgas se movían fuerte, y sus huevos impactaban duro contra su culo. El otro solo gemía más fuerte; creo que eso excitaba a mi padre, ya que lo hacía ponerse más brusco. Se recargó a el, lo besó, posó su mano sobre su cuello, lo oprimió fuerte, luego bajo la mano para tocar sus pezones, luego volvió a besarlo, y al levantarse le hizo una seña, y después de ella, lo cargó para cogerlo recargado al muro.


Las piernas de Mario abrazaron la cadera de mi padre, el cuerpo grande de mi padre hacía fácil el trabajo. Lo recargo al muro, y del golpe vibró todo el cuarto cuando comenzó a clavarle la polla con fuerza. El no gemía, gritaba. Yo estaba con la verga tiesa y muy empalmado, sacudía mi verga mientras miraba a mi padre haciendo el papel de macho alfa, estaba muy entretenido con los ojos al frente, la mano húmeda y la adrenalina de no ser atrapado.


Papá bajó a Mario y lo puso de espaldas con las manos extendidas y recargadas sobre el muro. Nuevamente le hundió la verga y siguió con su cogida. La cosa se ponía más intensa, y yo estaba por eyacular, cuando escucho provenir de la voz de la pareja de papá —Nos están observando, hay alguien en la puerta.


Lo dijo alto, quería que me atraparan, era una trampa. Yo me quedé ahí detenido, no podía hacer nada más, papá ya había visto que se trataba de mi, se separó del culo de Mario muy asustado, casi de un brinco, y caminó directo a la puerta. Estuchaba sus oso venir rápidos hacia mi, me subí rápido los pantalones, pero el tamaño de mi miembro impidió hacerlo rápido. Mi verga dura no disimulaba el gran bulto, y al abrir la puerta, papá sorprendió, apenado y con la voz algo tartamuda me dijo —¿¡Que demonios estás haciendo!?


Mi papá seguía muy duro, su verga apuntaba hacia mi, pero su tamaño fue cayendo al ir perdiendo la excitación. De atrás salió Mario, y le agarró la verga abrazándolo, besándolos el cuello y sobando su verga pasando sus manos entre sus caderas. —Déjalo mirar, a mi no me molesta. Y a ti también te gusta que te vean.

—¿Que estás diciendo? No digas mamadas—Lo empujó y lo noté un poco enojado.

Pero Mario insistió, y no sé cómo le hacía para ser tan persuasivo con mi padre, pero logró ponerlo caliente, y cuando me di cuenta, mi padre estaba siendo masturbado delante de mi.


Papá cerró los ojos, y yo estaba confundió. No sabía si salir corriendo de ahí. Mientras le besaba el cuello a papá por la espalda y el se retorcía, me guiñó el ojo y sonrió con malicia como en la cocina. Se arrodilló y comenzó a chupar la buena polla de mi padre. Me indicó que me acercara, y me arrodilló junto a él. Papá se extrañó y dijo que no un sinfín de veces. Pero Mario no permitió que se apagara, y acercó mi boca a la cabeza enorme de la polla de mi papá, y entre los dos, comenzamos una mamada compartida. Sentía su boca rozar con la mía, y a la vez la cabeza gorda de mi padre entrando entre mis jóvenes labios.


Mario bajó a sus bolas y se concentró a chuparlas una por una, con la cara mirando a qué yo no dejará de satisfacer a mi papá, mientras con su mano me obligaba a tragar, con fuerza empujaba mi nuca para tragar más, poco a poco fui soltándome y agarrando confianza. Tomé el tronco y comencé a sacudirlo; mi padre y yo nos miramos, y a pesar de no entender que estaba pasando, más bien por qué estaba pasando eso, nos decidimos a disfrutar. Sentí que con esa mirada ambos aceptamos y entonces solté mi leo sexual. Comencé a chupar con la experiencia que tenía y mi padre empezó a gemir del placer.


Mario nos detuvo y nos llevó a la cama a los dos. Los cuerpos estaban entrelazados, uno sobre de otro; mi padre y yo estábamos en un 69, mientras Mario disfrutaba masturbándose mirando la escena. Podía oler el rico aroma de los huevos de mi padre restregados en mi cara; él también sabía mover bien la legua, mamaba como los dioses, y se tragaba mis 19 centímetros sin problema. Estuvimos un rato así hasta que la pareja de mi papá volvió a detenernos para esta vez incluirse en el juego.


Los tres estábamos hincados sobre la cama, Mario tenía ambas vergas mientras se besaba con mi padre. Yo estaba abobado con lo que miraba, no sé cómo aquel chico se concentraba para hacer todo eso.


Entonces detuvo el beso, y tomó mi cabeza, y la de mi padre, y nos acercó muy lentamente hasta que acabamos los dos en un beso muy pasional; unos segundos después el se integró en un beso triple. Mientras nos dejaba continuar con ese beso del que mis labios pedían más, el bajo y comenzó a comerse ambas vergas, chupaba una y luego otra. Yo estaba tan excitado que nuevamente me entró el temor de correrme rápido. Mario tenía ideas algo raras, bueno para mi que era algo tradicional y novato.

—Quiero que me den los dos. —Dijo mientras se ponía de pie. Camino por el cuarto con ese culo tan Perfecto, tomó condones de un cajón, lubricante y regresó para con nosotros.


El sabía muy bien a donde quería llegar y lo que quería hacer, así que me dijo que me acueste, dejando las piernas abajo, en la orilla de la cama, para que al sentarse, mi padre también pudiera introducirse en el. Me puso lubricante después de colocarme el condón, mi padre lo hizo por su cuenta, y el se sentó sobre mi dándole la espalda a mi papá, su puso algo de crema, y fue bajando lentamente sobre mi verga. Cada vez que entraba aún poco podía sentir su ano caliente recibiéndome. Se sentía muy bien, mis ojos estaba casi en blanco; su verga descansaba sobre mi abdomen, por fin pude ver bien ese gran pedazo de carne rosa.


Luego papá se fue integrando, podía sentir su gran polla intentando hacer espacio para entrar, se sentía extraño, pero estaba hasta lo más alto de la calentura. Empezamos a penetrarlo entre los dos, cuando mi papá se movía, hacia fricción con mi verga, y anexo el movimiento de Mario oprimiendo como si su culo succionara; nos fundimos en una cogida monumental. Los tres nos corrimos casi al mismo tiempo.


Mi papá salió para venirse sobre la espalda de Mario, sentía luego escurrir su líquido caliente hasta la entrada del ano, donde mi verga aún permanecía. Mario se vino sobre mi, dejando sus gotas sobre mi pecho, ombligo y cara. Y eso desencadenó que me corriera dentro de mi nuevo padrastro, aún que dentro del preservativo. Acabamos exhaustos.


Mario y mi padre entraron a bañarse juntos; y yo me fui a mi cuarto. Tomé una ducha y luego de un rato, me retiré casi a escondidas. No tenía cara para mirar a mi padre, se sentía una tensión muy tangible. Ninguno de los dos quería tocar el tema. Pasaron días Para que sintiera la confianza para ir de nuevo.


En una de esas tardes pos me tomo por sorpresa. Entro a mi habitación y se sentó a un lado. Me pidió una disculpa, sabía que lo qué pasó no era correcto; ambos hablamos, y reconstruimos eso que sentimos algo roto. Prometimos que olvidaríamos lo ocurrido, mi padre terminó su relación con Mario, y todo regresó a la normalidad con mi padre... por qué con mi ex padrastro, el sexo al continuó durante mucho tiempo.







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EL TRAILERO.

15 則留言


Leonel Cohen
Leonel Cohen
2022年4月16日

Deseo saber de alguien que desee platicar algo similar a esto...+152 5510272639 me encantó la historia de verdad me encantó ... Soy MARDOQUEO de México cdmx....

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Yesid  Giraldo
Yesid Giraldo
2021年8月20日

Me excitan tano las historias sexo con los papás

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fabiynaye456
2021年6月17日

Hola alguien quiere hablar

+57 3122933554

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Herney Suarez
2021年6月16日

Que relato tan espectacular existante

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KarlO Bahena
2021年5月24日

Wow de lujo cada relato que me excita y me prende !!

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