Es una experiencia más de mi vida clandestina, para esa época tenía unos 19 años, siempre me han comentado que parezco más grande de lo que tengo, ya había experimentado el sexo con hombres, no solo cuando me forzaron en alguna ocasión, sino ya por gusto y morbo; soy demasiado caliente aún que voy pecando de inocente... y acabó sacando la bestia que llevo dentro.
Primero empezaré por algo que me ocurrió en un viaje en el autobús que hice hacía a las afuera de mi ciudad, me desplace para hacer un trabajo de estudios. Tomé el horario nocturno con la idea de dormir hasta llegar al destino, me vestí con unos shorts cortos estilo soccer y una camisa fresca de manga corta.
Me dirigí hacía la estación para coger el bus el cual estaba llenó de gente, me desplace al fondo colocándome entre los últimos asientos (apoyándome sobre el asiento y una mano en el pasa mano) odiaba ir de pie, pero no tenía más opción así que lo tomé de la mejor manera.
El viaje en un principio estaba tranquilo, estaba escuchando música para llevar mejor la ruta, muchos empujones pero no le echaba cuenta, en eso unos de los empujones sentí algo en mi culo, noté que alguien se estaba restregando entre mis nalgas, te obvio que estás a un bulto masculino, sorprendido me quede pero no dije nada, me quede callado un poco para averiguar asta donde llegaría.
Por el reflejo de la ventanilla pude ver que se trataba de un hombre de unos 40 años; era corpulento, de brazos gruesos y velludos, portaba pans deportivos, tenis y playera polo negra; era lo que se lograba apreciar en el reflejo.
Sentí algo de vergüenza, pues de ser discretos había pasado a arrimones más bruscos y tenía ser mal mirado... lance una mirada de incomodidad la cual fue eliminada tras encontrarme con esas cejas pobladas y esos ojos cafés acompañados del cabello desalineado y barba recortada llena de canas.
Sonrió un poco y bajo la cara al encontrar mi mirada; sin embargo no se detuvo de sus movimientos entre mis nalgas.
La gente de alrededor no se percataba de lo que ocurría pues era de noche y las luces estaban apagadas; a parte el autobús producía también dicho empujones; y pues todos brincaban y se arrimaban a los otros entre topes y giros.
El señor seguía refregando su pene contra mis nalgas, fue cambiando de darme pequeños vaivén a movimientos de arriba hacia abajo haciéndome notar su dureza, volví a mirarlo, quería contemplarlo un poco más y dibujar de manera más real su imagen, alto, apenas canoso y de complexión normal.
La situación se me estaba haciendo cada vez mas excitante, la verdad no sabia ni donde mirar, en eso noté como una mano fuerte se apoyo en mi cintura, mi culo se encontraba cada vez mas dilatado con la situación, y mi verga comenzaba a hincharse dentro de mis shorts.
El hombre maduro con su mano me atrajo un poco hacia el, para que notara yo su dureza... no podía ver nada, todo era un juego de tacto e imaginación; podía percibir que era un tronco bastante grueso y de unos centímetros arriba del promedio.
Estaba bastante cohibido; nunca me había pasado, debería estar acostumbrado por mis experiencias en diferentes lugares, era extraño mirar a mi alrededor unas personas dormidas y otras mirando la oscuridad tras las ventanillas mientras gozaba de unos ricos arrimones de un extraño; lo admito, era un sitio nuevo para mi y demasiado excitante.
Se apoyo aun más sobre mí, su mano fue subiendo de mi cintura jugando con el pliegue de mi ropa, sentía como rosaba con un dedo mi piel, parecía que quería meterla dentro, pero aún no se aventaba a hacerlo.
Cada vez me calentaba mas, su otra mano entro en acción palpándome directamente a mis nalgas; metió su mano de golpe dentro de mi ropa, sentí un escalofrío al sentir el elástico abrirle pasó a sus gruesos y calientes dedos.
Notaba su mano áspera y rugosa como me acariciaba y pellizcaba mis tersas y blandas nalgas, en un segundo su mano se fue dirigiendo hacia adelante para acariciarme mi verga por encima del pantalón en un principio para abrirme la bragueta y meter su mano dentro; pero notó que la maniobra era complicada y que podríamos ser vistos así que se limitó.
Continuó con su anterior tarea; estaba sintiendo su verga húmeda, en eso noté como metía entre mis piernas su rodilla, casi indicándome que abriera mis piernas.
Suspiraba, me apoye con ambas manos al asiento, de esta forma me sujetaba ya que mientras que separaba mis muslos con su pierna, perdía estabilidad en el piso movedizo.
Su mano fue bajando hacia mis nalgas y aun mas hacia mis muslos subiendo y bajando haciendo amplios mis shorts , una vez a la altura de mis nalgas note en ella la cabeza de su capullo húmedo y caliente.
Echó hacia un lado mis short e introdujo su polla entre mis nalgas volviendo a notar su movimiento y restregones, soltando un liquido preseminal entre mi short y mis nalgas.
En sus movimientos mis short le molestaban aunque eran amplios se topaba con ellos, empezó a forzar, hasta que decidió bajar un tanto mi ropa ya forzada dejando mis nalgas desnudas.
Baje mi mano hacia abajo situando mi mano detrás de mi, su mano me agarro llevándola hacia su polla la cual la agarre con fuerza, empecé a recorrer mi mano en su tronco duro y venoso, moviendo su prepucio.
Soltó un suspiró ahogándolo en mi hombro al sentir como le bajaba y subía el prepucio una y otra vez en tan humectada cabeza palpitante. El señor maduro colocó sus dedos en mi ano, pasándome un dedo por mi raja de mis nalgas, me da la sensación que estaba húmedo como si se lo hubiera chupado o si tuviera algo en la yema de los dedos, entonces empieza a introducirme su dedo en mi caliente culo notando el lo dilatado que está.
Empieza un vaivén de su dedo con mi agujeró entrando y sacándolo, El hombre me metía cada vez con mas fuerza sus dedos en mi interior, me daba vergüenza mirar hacia los lados ya que me sentía observado, saco sus dedos de mi culo.
Le solté la verga con la intención de colocarla en su lugar de origen, me coloque los dedos en mis labios chupándomelos, saboreando sus jugos.
Cuando el maduro vio mi acción coloco su polla en mi agujero se animó a bajarme lentamente mis shorts a una altura considerable , dejando mi agujero expuesto a la altura de su verga, entrando con furia produciéndome un dolor intenso pero placido que casi me hace gritar.
Coloco ambas manos en mi cintura bombeando con su cuerpo con fuerza, notando como entraba y salía con facilidad con su constante lubricación.
Una de sus manos la desplazo hacia mi pene que estaba totalmente erecto empezó a tocarlo hasta encontrarse con mis testículos. Sus embestidas en mi culo eran discretas, a su polla gorda se le notaban venas, en su vaivén me la sacaba despacio con suavidad mientras que su embestida al meterla con furia casi me hacia caerme de rodillas hacia delante sino fuera por estar agarrado al respaldar del asiento.
Pensaba para mis adentros qué cogida más excitante, que aguante daba la sensación de que nunca iba acabar... menos mal que mi posición no era del todo incomoda.
Una de sus manos estaba en mi cintura controlando la follada, mientras la otra entre que me pajeaba mi polla y me masajeaba mis testículos, eché mi cabeza hacia atrás para advertirle que me iba a correr ya, que se podría manchar la mano.
Ya no le importaba la gente alrededor nuestra el momento de placer le cegaba en ese momento, mire hacia delante al asiento donde me apoyaba, observe que había un chaval bien dormido; habíamos llegado a la primera estación y un porcentaje de la gente bajó, lo que nos obligó a guardarnos las vergas, y disimular que nada pasaba.
De nuevo el autobús continuó y apagó la luces; pero los asientos de hasta atrás habían quedado vacíos; la gente en el bus seguía dormida y ya habían muchos asientos vacíos.
Caminamos hasta atrás para estar más cómodos y por fin pude escuchar su gruesa voz susurrándome—te voy a bajar los pantalones, no temas nada estamos bien cubierto nadie se dará cuenta.
Sus manos fueron hacia mi cintura para bajar mis shorts , el desajustó Su ropa y lo dejó caer junto con mis short... dejando mis nalgas dispuestas a comer toda su verga.
Volvió a colocarme mi pierna flexionada sobre el soporte, una de sus manos a mi cintura mientras que la otra cogiendo su polla antes de introducírmela me golpeó con ella varias veces sobre mis nalgas.
la colocó sobre la entrada de mi ano y no tuvo que empujar mucho ya que la primera embestida me llegó casi a la próstata chocando sus testículos sobre mis nalgas.
Su mano volvió a buscar mi pene lo cogió con fuerza, tiro de el, levantando mi prepucio logrando que lubricara tantos entres sus dedos ; controlaba sus metidas al mismo tiempo que me pajeaba, vaya que tenía experiencia.
No pude mas, empecé a lanzar chorros de semen alcanzando el respaldar del asiento, manchando el suelo y sus manos.
El maduro no me la soltó aun llenándose la mano de mi semen caliente y viscoso, las embestidas se hicieron cada vez más rápidas; En eso dejo sentí una mano sobre mi cadera bajando asta mi polla que no había perdido su erección, y recogiendo algo de mi leche con su mano llevando sus dedos hacia sus labios chupando mis líquidos como un dulce. .
No se hizo esperar, noté que iba a pasar un primer chorro de leche en mi interior, sacándola rápidamente disparando el resto sobre mis nalgas, colocándola en mi raja de mi culo vaciando cada gota de su espeso semen; empezó a frotarla en el Canal de mis nalgas esparciendo el viscoso líquido blanco.
Con una de sus manos me fue acariciando desde mis nalgas asta mi espalda recogiendo antes parte de su leche, esparciéndola y a la vez masajearme como ella como si fuera "leche hidratante", mis shorts estaban totalmente manchados previamente por mi leche y ahora con la suya.
Recorrió mis nalgas asta llegar al agujero de mi ano introduciendo un dedo y luego dos acelerándolos de nuevo, me producía mucho dolor o mas bien placer, me los saco y de mi culo salía un hilo de semen.
El maduro que me penetró se agacho cogiendo mis shorts todos manchados, colocándomelos ayudándome a ajustarlos de nuevo; sentía mis nalgas húmedas, no por la leche echada interiormente, sino por la que cayó mientras acabó la penetración; Al notarlo hábilmente sacó de su mochila papel sanitario para limpiar todo el líquido caliente y viscoso.
Ambos agotados por el momento de placer intercambiemos teléfono de móvil para otro día volver a repetirlo—"te pido disculpa por haberme corrido tanto, es que hace mucho que no cogía; espero no haberte incomodado .
Estaba totalmente nervioso como si fuera mi primera vez, aunque ya lo había echó otras veces pero eran sitios mas escondido.
Nos despedimos al llegar en la estación y platicamos varios días; incluso intercambiamos fotos; resultó ser casado, prometimos vernos de nuevo; cosa que no sucedió.
*Relato patentado.
Libro: 30 Homorelatos/ Tomo 1
El plagio es un delito. Cod. penal Art. 270 a 272.
Muy buen relato me exite mucho
es divertido cuando haces sexo con hombres casado son mejores...